El hombre se acerca sin más determinación que su estado de ánimo y mira bajo el reflejo de sus lentes la hoja de papel con su firma , la mira cuidadosamente y comprueba que es él. Mira una y otra vez de reojo el espacio cuadrado mientras escucha repetidamente su voz hablar cosas incoherentes que curiosamente son entendidas por su interlocutor, luego de eso los roles cambiaron.
- ¿Entendió lo que le dije?
- Sí, pero nunca escuché hablar de eso
- El kafkanismo no es una enfermedad muy nueva , ya han habido casos pero nadie se atrevió a ser conejillo de indias para contribuir a la ciencia.
- ¿Pero cuánto demorarán en saber?
-Ya lo sabremos, tenga paciencia y déjenos hacer nuestro trabajo.
-Esta bien, ¿pero tiene alguna cura?
-Ya lo sabremos.
Cuando terminó de firmar los demás papeles fué llevado apoyado por el hombro a una larga habitación contigua donde había un capullo en la esquina. Le pidieron quitarse los zapatos y la chaqueta para mejor comodidad. Luego uno de los empleados sacó su navaja e hizo un pequeño agujero en el capullo de modo que pudo abrilo produciendo ese sonido de piel abriéndose como en cirujía.
- ¿ Cuánto tiempo deberé estar ahí?
- El que sea necesario, ya le avisaremos
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