Aunque no es un tema nuevo, quizás porque en el fondo ningún tema del que puede uno hablar podemos decirlo nuevo en estos tiempos, siempre es agradable volver como las visitas a los viejos amigos y en este caso haré mención a lo fascinante de los laberintos, porque en el fondo no sólo es una metáfora, una imagen o un una figura de multi-uso, sino porque dentro del laberinto siempre se haya algo oculto, misterioso, importante, pero ¿qué ocurre en el caso de que el laberinto no es más que una excusa? , ¿ qué pasaría si hacer el laberinto fuera un laberinto?, ¿ hasta qué punto un laberinto es un laberinto?.
Nuestra mente es nuestro primer laberinto que conocemos, luego está nuestra vida y por último los que hemos creado a lo largo de la historia, pero si la historia también es un laberinto durante siempre nos hemos encontrado dando vueltas, abriendo puertas, buscando y buscando pero nadie ha llegado al centro , sino más bien todos circulan sobre sí mismos o suponen que lo hay al final es A, B o C
Durante los siglos que han pasado miles de mentes de todo tipo han usado al laberinto, han entendido a su modo el laberinto y hasta han creado laberintos cada vez más raros, complejos dináminos y confusos, pero también eso demuestra que el misterio del laberinto que ha sido tan fascinante a nivel arquitectónico y literario no ha sido visto más que por fuera o por dentro pero no desde lado, desde otra manera, pero también con eso entramos en otro laberinto si hacemos un nuevo camino.
He ahí otro nuevo ejemplo de nuestras paradojas.
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