Si ve una rana pensando en una piedra, es porque definitivamente esto es importante.

lunes, 24 de enero de 2011

Lo Obvio, un ensayo (3ra parte)



Ya teniendo presente la actitud frente a lo Obvio puede llegar uno a preguntarse, ¿entonces qué sentido tendría lo obvio?, y/o si es posible que llegue a encontrarse alguna vez alguien con la posibilidad o el hecho de manipular las obviedades. Es de esto que surge lo que podemos entender como la mecánica de lo Obvio; puede exigir alguien que sea mas bien un método de lo obvio mas que una mecánica, pero es entonces que inserto en sus oídos que lo Obvio no es más que una instancia, es acción inmediata, frente a la inmensidad de posibles obvios que uno de ellos te alcanza y se te lanza en frente rogando desaparecer, ninguna obviedad desea existir, las obviedades son, pero son en tanto dependen de la subjetividad que las hace ser y su ser nunca es fijo, “nunca lo Obvio, nunca”, esas son las palabras del hombre en los campos de desolación humana, un sujeto nunca busca lo obvio para convertirse en ello, siempre ha de querer romperlo, si lo que desea es soportar la vida. Es así como lo Obvio no recorre un camino, sino que desata una acción, las obviedades son fines en sí mismas, pero fines para ellas mismas, no para quien percibe lo Obvio. Las obviedades desatan en tanto se les considera, pues al considerarse se les capta como obvias, luego al reflexionar de ellas es que mueren, se desvanecen, pues su fin ha llegado, han cumplido con su objetivo vital, la instancia se ha vuelto plena, el sujeto ha reflexionado, pues el desatar de la obviedad se llevó consigo la obviedad misma, son como una granada, pues la explosión arrastra la integridad de la granada con ella, desapareciendo y aun comprendiendo para quien le ha captado correctamente que lo sucedido es la explosión de la granada (el desatarse de lo Obvio), pero a pesar de la explosión se entiende que aquello ha sido, precisamente una granada (lo Obvio se desata y con ello desata en el sujeto, el sujeto reflexiona lo desatado y es entonces que logra apreciar la “explosión” de lo Obvio). 

Cofrade Co-sepulto n° 17343

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