Si ve una rana pensando en una piedra, es porque definitivamente esto es importante.

jueves, 31 de marzo de 2011

Del inconveniente de haber reído

La risa, ese especial órgano vital que podríamos denominar [en el sentido nominalista], tiene sus momentos interesantes. A mí me han dicho que las cosas que producen risas poco a poco son más relativas de lo que uno creía, aunque aún las cosas parecen no ser así. Supuestamente hay ciertas cosas que uno no puede tomar en risa, cosas que no deben entrar en el tabú de la sonrisa porque mucho se ha navegado bajo el mar del caos y parece que ahora entrar a burlarse es complicado.

¿Pero cuál es la diferencia de burlarse y de reírse de algo?; Sin entrar en la obviedad de un diccionario uno puede igual pensar de otro modo. Podemos ver que la burla es cuando simplemente uno corta toda moral o respeto sobre el fenómeno y se abalanza sobre él sin prejuicios, ¿bastante fenomenológico por cierto?; En tanto reírse de algo generalmente implica que detrás de ello hay un momento de atención, reflexión sobre ello aunque sea superficial la broma, el chiste, el instante. Creo que nadie puede darse el tiempo de pensar esas cosas a menos que tenga algo sobre sí, una experiencia sobre sí traumática dado que al no darse... uno simplemente no distingue A de B, o B de C en unos casos. Pero bueno, he ahí mi instante de reflexión, chan chan!

jueves, 24 de marzo de 2011

Elogio a la soledad

Canción

Me has dicho: Cuando estés solo, llámame.
No conozco soledad.

Mi palabra grita en una boca de soles.
No conozco soledad.

Converso con los libros, con las almas.
No conozco soledad.

Cuerpos y labios me rodean siempre.
No conozco soledad.

Me miran ramas de olores y hojas verdes.
No conozco soledad.

No podré llamarte cuando me crea solo.
Yo soy la soledad.


Roque Esteban Scarpa.



Me he encontrado con éste poema el día de ayer, fue en un momento disparatado, uno de aquellos en los cuales lo único que quieres escuchar es algo que no sea a ti mismo, pero ¿cómo no hacerlo?, ¿cómo no gustar de sentirse abrazado por la soledad de la propia ausencia en sí mismo?, nos abrimos paso a través de las gentes en soledad, nos miramos en soledad, nos admiramos en soledad, nos invitamos en soledad, pareciese ser que no se comprende qué gran arte puede ser la soledad, el arte de estar solo nos enriquece y amedrenta a cada instante, pues entramos en el juego del "querer estar solos" el que nadie nos hable ni mire, el ocultamiento, pero nos desesperamos, pues nos percatamos de nosotros mismos al vernos reflejos en los demás, ya no queremos mirar a los demás, sino solo a nosotros.

La soledad en sociedad inspira la pena, sentimiento horrible que se adhiere a nuestra piel como suciedad, nos sentimos impuros cuando sentimos pena por alguien o alguien la siente por nosotros, queremos escapar de ella, pero para hacerlo se requiere de abandonar la soledad que tanto nos inspira seguirla, ya es cosa de elección, lo uno o lo otro, soledad o sociedad; pena o condescendencia.

Ya he expresado el estado de soledad, ¿pero y el de sociedad? Ciertamente éste último puede ser grato, pero debemos de cuidar de no diluirnos en el mismo. Entre más entramos en sociedad más anhelamos la soledad, el sentirse propio, que los dolores sean solo míos y nadie reclame parte ni testigo de ellos, poder vivir y vivirse sin remordimiento ni culpa, pues la culpa solo se siente frente al otro, ese otro que nos mira y nos vemos reflejos, tomamos conciencia de nuestros actos a manera de incordio referente de un parámetro establecido en algún momento y lugar, una gesta burda, difusa, pero que está ahí y permanece incólume frente a nuestros ojos, nos mira con desprecio por nuestro actuar. La soledad nos hace romper con aquello, nos lleva a elegirnos por completo, y sobrellevar la plenitud en el juego de vivir, hace nuestra existencia no más llevadera ni más cómoda, sino más angustiante y pesada, nos hace responsables completos, la reconfiguración del mundo frente a nuestros actos la sentimos de lleno, no hay intermediarios que nos digan "no te preocupes, que otro se ocupe", somos capaces de reconocer y decir "ese no es mi problema", "no debo preocuparme de aquello", pues ya he elegido, ya he lanzado los dados y es imposible hacer que éstos vuelvan a mi mano luego de rodar en el tablero.

Un solitario en soledad y un sociópata son la misma cosa, sólo que mirados desde un ángulo diferente, la gracia está en sentir la soledad en ambos momentos, cuando la gente se ha ido y cuando interactuamos junto a ella; nos diferenciamos, tomamos distancia de la situación y vemos que a lo único que somos capaces de acceder es a nosotros mismos, ¿los otros?, los otros nos hacen posible el juego, la danza, el arte, pero no somos sino aquel pieza que se mueve entre ellos, con alegría, con propiedad y gracia, ¡con soledad!


Mevlyma


lunes, 14 de marzo de 2011

De la melancolía de los cuerpos

Hoy llueve, y aún no entiendo por qué su sonido me da tanta pena, por qué todavía cada detalle no es más que otra cadena de tristeza. Como si todo fuera no más que constantes pedazos de algo que no entiendo. Como el vaso que tengo en mi mano, el cielo que constantemente se mueve alrededor, el auto que recorre alrededor. Algunos dicen que la tristeza no es más que química; simplemente una conexión mal establecida, una descompensación, etc. Pero todavía eso me parece insuficiente, cada respuesta que encuentro es insuficiente, cada uno de ellos es insuficiente porque los cuerpos son más complicados de lo que parecen. ¿Por qué cada vez que cierro los ojos no encuentro tranquilidad?, ¿por qué no dejo de seguir dando vueltas sobre la misma mesa? Ópalos de hielo girando alrededor causando consecuencias inexactas a través de mares de cemento marchito, por sobre átomos kamikaze rondando sobre el cuerpo, el cuerpo geométrico, máquina sin tiempo, órgano sexual indiferente, sobrevalorado, mal expuesto, inerte. El cuerpo recae sobre solo sobre el piso, sobre el cielo, y hace círculos, es convexo, es cóncavo, es líquido, es falso y la piel habla sola, se corta sola, músculos, venas, instantes, girasoles, nervios, eléctrico. Paradigma indescifrable inocente, naturaleza muerta de distinto valor, fotografías baratas por sobre la recámara donde todo suena agudo alrededor del vidrio y entonces trepa algo sobre otra cosa, pero parece que no es dios ni nada uniforme, ni siquiera son los monstruos colgantes, las sobras del Hades ni los lamentos de diosas, pero al mismo tiempo es otra cosa inexplicable; proveniente de otro espacio, de otro universo, como la catástrofe más patética en veneno barato. Alguien dijo por ahí que la melancolía es una manera, por tanto, de tener; es la manera de tener no teniendo, de poseer las cosas por el palpitar del tiempo, por su envoltura temporal. Algo así como una posesión de su esencia, puesto que tenemos de ellas lo que nos falta, o sea lo que ellas son estrictamente ; y eso siempre me dejando queriendo saber cómo se podría salir de ella, cómo se puede no reflejar en el rostro su sombra, como no darle a entender a alguien que no es más que algo natural quizás, quien sabe ; uno tiende a ver las cosas de uno en todos lados, en todos los pisos, en todas las piezas, en toda la gente y no entiende como los demás no sienten los pedazos caer al vacío de todo lo que nos rodea en el tiempo. Una respuesta no es más que otra posibilidad como lo es caerse de la escalera porque le dio un ataque o porque se tropezó. Es raro volver a sentir ese dolor luego de un tiempo pensando que había muerto, pensando que no era más que un mal sueño pero todo vuelve sin darse cuenta. Quisiera volver a crear de nuevo un espacio donde las cosas mejores, encontrar un momento que pueda darse sin las constantes sensaciones, pero la imaginación es un espacio ambiguo en el ser que no es sencillo. Y me duele volver a pensar en el lamento pero a veces es necesario para poder pasarlo, pero cuando entras sobre eso no puedo dejar de que no me afecte, y las vueltas argumentan efectivamente que hay un lugar donde prácticamente está todo asolado, en ruinas, una zona deshabitada que parece podrirse sola. Y no es más que "un problema filosófico existencial", dicen unos; no es simplemente un factor de "inestabilidad emocional”, o quizás sea un "mero capricho de un mortal" que no tiene nada que hacer, que no sirve para nada, que no puede compensarse solo sin buscar algo mínimo.


domingo, 6 de marzo de 2011

El extraño caso de la realidad


  Luego de una temporada viajando en bote , y bebiendo especias ,  me parecía pertinente volver a decir unas cuantas cosillas; si bien no con la intención de acelerar los acontecimientos o intentar crear una nueva divinidad, al menos nos traemos con nosotros un par de chismes o comentarios varios que pueden provocar una breve interacción. Y bueno , hace un par de meses leí una frase en algún lugar que me dejó provocandome en mi interior la intención de ahora comentarla. Era la siguiente: " Inventando un mundo de ficción , le damos un sentido al mundo". Con esto a lo que pude entender no es sólo que el juego de la ficción es importante como una suerte de piso interno , o bien de motivante para comprender mejor nuestra realidad , sino además que el acto de crear es absolutamente necesario en el traspaso vital y que todos lo hacemos desde alguna manera y no necesariamente en ese extraño arte del llamado " literatura", sino más bien , le dejamos a la suerte nuestro intelecto y nos conformamos sistémicamente a base de que nuestra naturaleza necesita lo denominado sentido para estar relativamente tranquilos y ello se da a través de la creación, sea para agregarnos cosas , sea para hacernos proyectos a futuro , sea para reacomodar nuestros recuerdos , sea para imaginar lo que vemos , leemos, escuchamos , etc. El trabajo entonces no termina y  vemos cada vez más necesario darle sentido a lo que se deteriora ; quizás sea por eso que el juego de las clasificaciones , de las acomodaciones, de los intentos màs o menos intensos de permanecer con nuestro sentido comùn lo màs estable posible, de nuestras emociones a la par; de no darnos a la fuga de nuestros pensamientos y en definitiva de tener la posibilidad de tener una parte " ordenada" para asì ser capaz de ser pràcticos y  màs simples. Entonces con este intervalo logrado somos capaces de decirnos las cosas màs absurdas que nos alegen de tener recrearnos un sentido , de tener que buscar alguno o de tener que pedir que nos armen el cuadro existencial. Pero bueno , tambièn podemos caer en el exceso y no parar de intentar construir lo inconstruìble , de no parar de cuestionarnos , de buscar pistas , de investigar una y otra vez sobre piso mojado para llegar a una nueva huella , para no tener que pedirle a nadie que nos responda pero al mismo tiempo no tener nada màs seguro que nuestra capacidad para dudar de todo.