Si ve una rana pensando en una piedra, es porque definitivamente esto es importante.

lunes, 14 de marzo de 2011

De la melancolía de los cuerpos

Hoy llueve, y aún no entiendo por qué su sonido me da tanta pena, por qué todavía cada detalle no es más que otra cadena de tristeza. Como si todo fuera no más que constantes pedazos de algo que no entiendo. Como el vaso que tengo en mi mano, el cielo que constantemente se mueve alrededor, el auto que recorre alrededor. Algunos dicen que la tristeza no es más que química; simplemente una conexión mal establecida, una descompensación, etc. Pero todavía eso me parece insuficiente, cada respuesta que encuentro es insuficiente, cada uno de ellos es insuficiente porque los cuerpos son más complicados de lo que parecen. ¿Por qué cada vez que cierro los ojos no encuentro tranquilidad?, ¿por qué no dejo de seguir dando vueltas sobre la misma mesa? Ópalos de hielo girando alrededor causando consecuencias inexactas a través de mares de cemento marchito, por sobre átomos kamikaze rondando sobre el cuerpo, el cuerpo geométrico, máquina sin tiempo, órgano sexual indiferente, sobrevalorado, mal expuesto, inerte. El cuerpo recae sobre solo sobre el piso, sobre el cielo, y hace círculos, es convexo, es cóncavo, es líquido, es falso y la piel habla sola, se corta sola, músculos, venas, instantes, girasoles, nervios, eléctrico. Paradigma indescifrable inocente, naturaleza muerta de distinto valor, fotografías baratas por sobre la recámara donde todo suena agudo alrededor del vidrio y entonces trepa algo sobre otra cosa, pero parece que no es dios ni nada uniforme, ni siquiera son los monstruos colgantes, las sobras del Hades ni los lamentos de diosas, pero al mismo tiempo es otra cosa inexplicable; proveniente de otro espacio, de otro universo, como la catástrofe más patética en veneno barato. Alguien dijo por ahí que la melancolía es una manera, por tanto, de tener; es la manera de tener no teniendo, de poseer las cosas por el palpitar del tiempo, por su envoltura temporal. Algo así como una posesión de su esencia, puesto que tenemos de ellas lo que nos falta, o sea lo que ellas son estrictamente ; y eso siempre me dejando queriendo saber cómo se podría salir de ella, cómo se puede no reflejar en el rostro su sombra, como no darle a entender a alguien que no es más que algo natural quizás, quien sabe ; uno tiende a ver las cosas de uno en todos lados, en todos los pisos, en todas las piezas, en toda la gente y no entiende como los demás no sienten los pedazos caer al vacío de todo lo que nos rodea en el tiempo. Una respuesta no es más que otra posibilidad como lo es caerse de la escalera porque le dio un ataque o porque se tropezó. Es raro volver a sentir ese dolor luego de un tiempo pensando que había muerto, pensando que no era más que un mal sueño pero todo vuelve sin darse cuenta. Quisiera volver a crear de nuevo un espacio donde las cosas mejores, encontrar un momento que pueda darse sin las constantes sensaciones, pero la imaginación es un espacio ambiguo en el ser que no es sencillo. Y me duele volver a pensar en el lamento pero a veces es necesario para poder pasarlo, pero cuando entras sobre eso no puedo dejar de que no me afecte, y las vueltas argumentan efectivamente que hay un lugar donde prácticamente está todo asolado, en ruinas, una zona deshabitada que parece podrirse sola. Y no es más que "un problema filosófico existencial", dicen unos; no es simplemente un factor de "inestabilidad emocional”, o quizás sea un "mero capricho de un mortal" que no tiene nada que hacer, que no sirve para nada, que no puede compensarse solo sin buscar algo mínimo.


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