Si ve una rana pensando en una piedra, es porque definitivamente esto es importante.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Mevlyma o de lo que no he podido dejar de escribir




Dice el dicho

Noto y raro, dulce y severo,
puro y sucio, fino y grosero,
una cita del loco y del cuerdo:
soy todo eso, que serlo quiero;
al par ¡paloma, serpiente y cerdo!
Nietzsche.-



Mevlyma o de lo que no he podido dejar de escribir.

 

He predicho esta como la última entrada de este blog, ya no creo poder continuarlo en pie, al menos ya no de la forma en que lo he llevado este ultimo año. No pretendo dejar de escribir, pero sí de cerrar un ciclo. He visto mi evolución como escritor (en el sentido más amplio de la palabra) a lo largo de las entradas, su preparación, edición, re-edición, re-edición, re-edición… cortes, intercalados de líneas, párrafos sin sentido e inconclusos, todos ellos me declaran un pathos del cual me he responsabilizado exponiéndolo en la red y a la lectura de quien llegue a ellos.

 

Mevlyma no morirá, pues desconoce la muerte como un diluirse perpetuamente a la existencia. Él nace en cada escrito que firma, y muere en cada una de sus letras leídas, entonces se oculta de nuevo para nacer ante el carácter venidero, no le importan vocales, consonantes, guiones o el relato de Fulano sobre los tres pepinos que se ha comido, pues odia el lenguaje, pues ama su expresión y su sonido, le aterra la posibilidad definitoria que cosa alguna pueda tener sobre otra, se abraza a las palabras para intentar destruirlas y cae rendido ante el jubilo de su derrota, entonces aguarda hasta escupir de nuevo la tinta que le anima. Es por esto que no morirá, pues siempre lo ha estado, porque su muerte no es más que él mismo y su locura vital; el pathos y su sombra.

 

Ya sólo escupo una última sentencia inevitable:

 

“El fin último de toda existencia es la anulación; por medio de su auto-superación la adhesión a lo Irracional y su particularización o individuación.”

 



 

 Mevlyma.-