El término de una relación amorosa es como una
enfermedad terminal, nadie más que tu puede saber lo horrible que se siente que
te apoyen moralmente, y que al final del día de vallas a la cama estando más
enfermo que antes, en los albores del amor que se marchita, es allí cuando
soñamos que ya no estamos enfermos sino: o hemos muerto o somos inmortales, o
ya no amamos o también nos aman. Al despertar, aun seguimos muriendo -quizás
más que ayer-, la muerte no llega, sino que se aproxima, así el amor no se acaba
sino que se apacigua hasta que nos resignamos al destino mortal y somos capaces
de cargar con la enfermedad hasta la próxima crisis y nos embarramos amando de
nuevo.
***
“Hambre nocturna
las paredes no
hablan
el mundo calla,
no encuentro y no busco
la llegada de
la noche mar...”
- Un mal
comienzo para un mal final, nada decir y poco hablar, he de buscar mejor una
coherencia que un mar... aunque la simplicidad se vuelve inocua en ocasiones.
Espero que pronto pueda escribir algo de calidad, un par de líneas y paff! se
derrumba todo cayendo en tontería, ojalá y la literatura no fuera lo mio, cinco
libros sin terminar y muchos libros por leer -suspiro- menos mal que no estudie
para contador. (2008)
***
Estas palabras no representan más que un exceso, un
exceso de mí mismo y de los pensamientos que el dolor me provoca, la impotencia
rabiosa por la justeza de mis resoluciones, un trago amargo que aportilla la
puerta de la consciencia.
***
Sentir que el alma duele tanto que es el cuerpo el que
se queja, entonces es que me doy cuenta de cuánto amo todavía.
***
Si dejase de pensarte morirías… realmente esto no es
cierto, pero tampoco es completamente falso
***
Me duelen los pensamientos y me piensan los dolores,
cuando no me tengo
***
He tenido de un tiempo a la fecha la capacidad de
salvar el día, pero –aparentemente- nunca seré un héroe, pues éste tiene la
increíble capacidad de tanto salvar el día como de quedarse con la chica. La
mujer amada me parece tan lejana cuando he logrado salvar el día, pues salvar
lo general es mucho más soportable que intentar conciliar dos existencias de
manera permanente y plena.
***
Estos son escupitajos del alma,
no son ni ideas ni pesares,
ni mundos ni lugares,
cuando el alma se aqueja;
salen de juerga por mi boca y mis dedos,
y por ellos no
volverán.
***
A veces siento que mi existencia se ve inmersa bajo el
yugo de dos sonrisas, la de Dios y la del Diablo, la del primero al ver mis
acciones y la del segundo al entenderlas.
Mevlyma.-